Hay demasiados países en el mundo en los que se considera que la violencia de género, en sus diferentes manifestaciones, es algo que hay que arreglar dentro de las paredes del “hogar”. Y en demasiados pocos países se adopta un lenguaje específico de género en sus leyes contra la violencia doméstica. O se adoptan leyes específicas contra la violencia de género.
En América Latina, por ejemplo, la legislación específica de varios países, reconoce la violencia contra la mujer como una forma de discriminación basada en el género y prevé atender a las víctimas. En la India, existe una Ley de Protección de la Mujer frente a la violencia doméstica. Y en determinados países de Oriente Medio -que sin mencionarlos, seguro nos vienen a la mente- no tienen leyes específicas para afrontar el problema ni de la violencia de género, ni de la violencia doméstica.