Sobre el Pacto Europeo de Migración y Asilo y los 5 Reglamentos que lo desarrollarán. Este ha sido el tema de un nuevo Diálogo Itinerante ICAM-ICAB del Observatorio de Derechos de las Personas del Il·lustre Col·legi de l’Advocacia de Barcelona (ICAB) que tengo el honor de co-presidir.
Con Juan Fernando López Aguilar, eurodiputado y principal impulsor del Pacto en el Parlamento Europeo, Eduardo Rojo Torrecilla catedrático de Derecho del Trabajo y María Helena Bedoya, abogada defensora DDHH y migraciones. Presentado por el Decano Jesús Sánchez García.
Hemos analizado los retos complejos de la migración en Europa, de forma que se respeten los hashtagDDHH, se fomente la solidaridad entre los Estados miembros y se aseguren la seguridad y bienestar, tanto de las personas migrantes como de las sociedades de acogida.
En palabras de López Aguilar:
El Pacto de Migración y Asilo es en sí un éxito en la medida en la que es un paso adelante respecto de la situación insatisfactoria e insostenible de la que venimos. A partir de su entrada en vigor, por fin contaremos con una respuesta europea al hecho migratorio y sus desafíos, especialmente ante situaciones de crisis. De esta manera, el principio consagrado en el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE), artículo 80- solidaridad y justo reparto de la responsabilidad entre los Estados Miembros-se traslada a una legislación europea directamente vinculante
El catedrático Eduardo Rojo centró su intervención en los (pocos) contenidos laborales del Pacto y aprovechando esta ocasión, amplió la mirada hacia las políticas y realidades migratorias en España, continuando con los trabajos de su magnífico blog https://lnkd.in/dhG9_BuV
Por mi parte, y en base a mi experiencia como Directora de Gabinete de la Secretaría de Estado de Migraciones del Gobierno de España, recordé el Art. 13 de la Carta de DDHH de la ONU, rememoré las negociaciones del 2020 y cité las palabras del vicepresidente Schinas entonces:
El Pacto es como una casa con tres pisos. Un primero centrado en las relaciones con los países terceros; un segundo en el control de las fronteras externas, y un último en las normas internas de solidaridad.
Cabe la pregunta: ¿Hemos resuelto el tema de la responsabilidad compartida y la solidaridad vinculante?